¿Quién yo...?

Parece sencillo; tu sabes, hablar de la vida de uno. Piensas que puedes explayarte y sacar todas las cosas que traes adentro. Sí como no. ¿Y tú nieve?.

No sé por qué será. El clima, la política; lo que siento en este momento; quien sabe. Tal vez la culpa sea de “los innombrables”. Sí ellos tienen la culpa de no sepa que diablos poner en mi “biografía”. ¡Cabrones! No les basta con estar en todas partes sin que nadie lo sepa; si no que también tienen que fastidiarme el pensamiento.

Que excusa más, pendeja eso jamás me lo creerían.

En fin. El caso es que no sé. ¿Que puedo contar?: nací el tal de tal de 1900 tal luego tal por cual y heme aquí. Amén. Lo más probable es que cuente a la chica que salve de ser violada allá en Neza; o cuando me avente por ese cuate desmayado a las vías del metro La Raza. O cuando estuve en la guerra de Vietnam matando gabachos y amarillos por igual y así acabe con el conflicto, ¡Ja! Bueno, no estoy seguro pero creó que lo de Vietnam no paso en realidad.

El punto es que no quiero, contar mi vida y terminar diciendo cualquier chingadera, para una bola de gente que nada más esta esperando que te equivoques, nomás para no sentirse sola cuando se equivoquen ellos.

Mira si soy mamón.

No quiero ser pretencioso, no esta en mi.

Así que solo contare la primera cosa que parece ser relevante en mi jodida vida.

Por el principio, pues.

Soy Edgar Olivares Alvarez, mejor conocido como “ese cabrón” o simplemente Edgar, Nacido un 19 de Junio de 1979 (día que Dios estuvo enfermo), a las 3:30 p.m. (momento en el que le dio diarrea), en un pueblito llamado Pasaje Durango;(lugar por donde seguro que ni paso) erradicado en México D.F hace muchos años y por consecuencia más chilango que qué te tomas.

Pues si bien el lugar y las causas no han me han quedado del todo confirmadas ( porque si es bien sabido por todos que nací en Durango, extrañamente mi acta de nacimiento me proclama hijo predilecto de la ciudad más grande y contaminada del planeta), la forma en la que a transcurrido merece quizá un apartado completo de las cosas más chuscas de la historia en famoso libro del Record Guiness. He aquí querido lector uno de los sucesos más extraños y decisivos de la vida mía.

No, no es aquel nefasto y a la vez delicioso viernes en la tarde que perdí mi virginidad en la sala de la casa; y me duro sangrando la espalda por una radiante semana. Tampoco aquel martes (lo recuerdo perfectamente) en que bese a Paola por primera vez, en el preciso momento que iba pasando su mamá y me correteo por toda la calle y que para variar me salió una pinché Yaga al día siguiente que me dolía como el diablo; Tampoco ese día en el Kinder que fui al baño y el maldito sierre del pantalón se quedo a la mitad sin poder bajar más y quede todo bañado de mi propia ori...... Bueno es más, ni siquiera ha sido cuando me callo la plancha encima y quemo mi brazo derecho, cuando me caí y me fracture en el pasa manos el brazo derecho, cuando me corte la mitad del dedo índice del brazo derecho y me remacharon con 7 puntadotas sin anestesia, tampoco el día que estaba de portero y me volví a fracturar el brazo derecho, y que por culpa del brazo derecho no me aceptaron en el colegio del aire gracias a Diosito Bimbo.

En fin, pero se preguntaran, ¿de qué me quiere hablar este tipo? Pues de eso precisamente, les contesto, de que la vida (como se pueden dar cuenta) no ha sido muy derecha conmigo y que es necesario ir quizá más allá de estos acontecimiento para descubrir la causa del por que tan mala suerte en momentos decisivos de la vida.

Bien, pues empecemos (de nuevo) Soy sietemesino, sé que eso no es nada fuera de lo común, pero aparte se usaron fórceps en el parto, y al momento de la gran nalgada ¡Tómala! Que no lloro y... (inserte en su cerebro el sonido de las cortinillas de la serie Batman)
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- ¡Todos a la incubadora!

Horas después de la partida de madre – de la mía por supuesto, por que la pobre estaba jodidisima después de que no sé que tanta cosa le hicieron- descubrieron que tenia una cosa que no me acuerdo el nombre exacto pero consiste en el envenenamiento de la sangre. Así que tenían que cambiarla. Y ahí va otra vez la pobre de mí ya traqueteada – desde entonces – madre, a darme toda la que necesitaba. Así que a mi no me molesta que me digan hijo de tu madre por que lo soy 100%.

Después de tres meses me dieron de alta. Todo transcurría más o menos ( supongo, por que fue un periodo del de no recuerdo nada) pero llegaron mis hermosos dos años, ha que edad; época de hacerte del baño donde te da la gana, tomar mamila y caerte por lo menos 35 veces al día, nomás pa´ que te levanten. Buena época sin duda; pero no para mí. Para mí fue época de estar internado, inyecciones y mentadas de madre (de los doctores, por que según los golpeaba). Contraje una enfermedad llamada Meningoencefalitis ( o algo así) que entro como virus y se acomodo justo en mi cerebro ( ¡he ahí el hilo negro¡) Pude morir. Según las estadísticas de la época de cada 1000 niños que contraen el virus solo uno se salva. Pues heme aquí.

Es el momento de sacar Conclusiones, creó yo. Tal vez mi mala suerte se debe a que la gaste toda en los primeros tres o cuatro años de mi existencia. Que involuntariamente ya realice mi más oscuro y maligno de mis sueños: joderme a 1000 personas yo solito. Que tal vez no sea mala suerte, con mi vida no puedo abarcar todas las cosas que quiero hacer, pues ahora tengo que vivir por otras 999 personas.

Hay por favor no puedo vivir mi vida y todavía quieren que viva por todos ellos, y Suerte de que estoy hablando si yo ni creo en eso.